La película protagonizada por Guillermo Francella tuvo su «réplica» real en el mundo. El Gobierno de Hungría echó a los responsables de la agencia nacional de meteorología por un error.
Casi como una secuela política del filme argentino «Granizo», donde un popular meteorólogo de TV (a cargo de Guillermo Francella) cae en desgracia por un mal pronóstico del clima, en Hungría el Gobierno descabezó a los principales responsables de la agencia nacional de meteorología (OMSZ) tras un mal cálculo del clima que perjudicó las celebración por el día patrio.
El ministro de Tecnología e Industria, Laszlo Palkovics, se limitó a anunciar el cese de Kornelia Radics como jefa de la agencia y de su segunda Gyula Horvath, sin desvelar los motivos exactos del cambio.
Un cable de la agencia DPA señaló este martes que dirigentes de la oposición atribuyeron la medida oficial a una predicción climática errónea que llevó a modificar los actos por el día nacional.
La OMSZ pronosticó fuertes tormentas en Budapest el sábado por la noche -con una posibilidad de entre un 75 y un 80 por ciento- y en base a estas previsiones, las autoridades decidieron cancelar los fuegos artificiales.
La tormenta finalmente no llegó y los medios afines al Gobierno comenzaron a difundir la teoría de que las autoridades habían recibido información «falsa». Como antecedente, vale recordar que en 2006, cinco personas murieron y más de 300 resultaron heridas por una tormenta durante las celebraciones del 20 de agosto y desde entonces, el Gobierno se ciñe a las previsiones para decidir el alcance de los festejos.
En el filme de Marcos Carnevale escrito por Nicolás Giacobone y Fernando Balmayor que se estrenó el 30 de marzo pasado en la plataforma Netflix, Miguel Flores (Francella) es un meteorólogo con una carrera infalible, pero no advierte sobre la llegada de una tormenta de granizo y la misma audiencia que lo endiosaba lo denigra y pierde sus labores en televisión.