Una estatua con un pene de más de un metro es la nueva atracción turística del pueblo de Moche, Perú, que ha hecho este particular homenaje a sus antepasados, la civilización prehispánica moche y sus vasijas de cerámica eróticas.

En vísperas del Año Nuevo, la municipalidad de Moche, ubicada en la costa norte del país vecino, inauguró una réplica de tres metros de altura de una cerámica preincaica, que representa a un hombre indígena sosteniendo su miembro viril erecto.

Ante esto, los turistas que llegaban a la campiña de este distrito, muchos de ellos en camino a la emblemática huaca (ciudadela arqueológica) del Sol y la Luna de la cultura moche, se detenían para tomarse una fotografía y compartirla en sus redes sociales.

“Representa la abundancia, la fertilidad de nuestros moche, y sobre todo porque en estos momentos nosotros necesitamos abundancia en todo sentido, en la salud, económica, paz y amor”, explicó a la agencia Efe el alcalde de la localidad, Arturo Fernández Bazán.

“Es por eso que nos hemos inspirado para que esta réplica sea tal cual”, añadió Fernández, ginecólogo de profesión.

La autoridad indicó que la estatua ya se ha convertido en un punto turístico “que ha sobrepasado nuestras expectativas “porque en estos días han visto que “vienen familias, se ríen, ya le sacas una sonrisa al grupo familiar, al individuo, a la enamorada, ante esta crisis que nos ha traído tanta tristeza”, en alusión a la pandemia del Covid.

Además, los museos de la costa norte tienen infinidad de piezas o huacos eróticos donde los antiguos peruanos de la cultura moche o mochica, desarrollada entre los siglos II y VII, representaron el acto sexual, en poses y parejas diversas.