La madre tuvo al hijo a muy temprana edad, entonces decidió darlo en adopción y migrar a otro país. Sin embargo, tuvo la inesperada sorpresa de conocerlo y de inmediato sintieron una conexión inigualable.
Hay amores cada vez más polémicos en el mundo. Hace pocas semanas, salió la noticia de un japones que quedó viudo de un holograma con el que se había casado hace 4 años. Luego, se contó que dos alemanes, que son hermanos, tuvieron 4 hijos y ahora estaban luchando judicialmente para contraer matrimonio. Todo esto hace pensar que las extrañas aventuras están a la vuelta de la esquina y son cada vez más frecuente entre las personas menos esperadas.
Kim West tiene 57 años y quedó embarazada con solo 19 mientras era una estudiante universitaria en California, Estados Unidos. Como tenía muchos planes para su vida, creyó que lo mejor era dar en adopción al bebe para que tuviera un buen pasa y así ella continuaría con su profesionalización. A solamente una semana del nacimiento, lo entregó a otra familia, se fue del país y se instaló en Reino Unido.
Ben Ford siempre supo de su origen, pero nunca se había interesado en indagar mucho más. Su vida trascurrió en una buena familia estadunidense, el joven estudio y se casó con una joven llamada Victoria. En diciembre de 2013 con el apoyo emocional de su esposa, el joven de 29 años, investigó en el tema, hasta que logró encontrar el contacto de la mujer. El chico decidió enviarle una carta para proponerle un reencuentro.
Si bien en un primer momento, West dudo en aceptar la reunión con quien era su hijo biológico, un año después concretaron la visita. Ambos contaron al diario The New Day que en cuanto se conocieron sintieron una atracción sexual genética a pesar de que había pasado más de 30 años separados. Para mantener una cordialidad, decidieron obviar esa conexión corporal.
Tras varias citas en donde se dedicaron a conocerse como personas, un día se dio el esperado encuentro sexual. Luego del primer acto, las relaciones íntimas se daban cada vez más seguidas y Ford comenzó a confundirse. Al tiempo de estos sucesos, el hombre se sinceró con su esposa. «Cada vez que tengo sexo contigo desde que conozco a mi madre, me imagino que es ella la que me está besando, si no no puedo hacerlo», le explicó el muchacho a su mujer.