Derivó casi 450 mi dólares para la supuesta polémica estatua de bronce.
En Wrexham, una villa al norte de Gales, el director de una organización benéfica utilizó donaciones públicas para una supuesta escultura de un dragón galés gigante.
Pero, además, la fundación de Simon Wingett se cerró en 2018 y el dragón de bronce ni se construyó, a pesar de tener permisos desde 2011.
Ahora, fue juzgado por invertir casi 450.000 dólares de las ganancias de la organización en ese proyecto y le ordenaron donar unos 130.000 dólares a causas locales contra el cáncer.
Desvió fondos de una organización benéfica contra el cáncer para construir un dragón gigante: esta es la maqueta. (Foto ayuntamiento de Wrexham)
El objetivo, decía, era convertir al dragón en una atracción turística para competir con otros sitios de interés de la zona.
Su padre creó una fundación benéfica, pero él malversó los fondos
La Frank Wingett Cancer Relief había sido creada por su padre para comprar equipos y recursos para pacientes con cáncer en Wrexham y sus alrededores, después de que le diagnosticaran cáncer de garganta en la década de 1980.
Tras la investigación que comenzó en 2017, se le prohibió a Wingett hijo actuar como fideicomisario de cualquier organización benéfica durante 10 años. Y ahora lo obligan a pagar ese precio para apoyar a pacientes con cáncer de la ciudad.
Además, se destacó que el proyecto de la estatua “no tenía conexión” con los objetivos originales, y además ni siquiera se construyó.
“El importante mal uso de fondos por parte del señor Wingett fue un abuso de la confianza depositada en él por los muchos donantes de la organización benéfica”, aseguraron.